¿Enseñarías a tus hijos a comer fruta mientras tú sostienes una tableta de chocolate en la mano? Posiblemente no. Sería imposible obligar a nuestros hijos a merendar una manzana mientras nos ven a nosotros tomarnos una estupenda pieza de chocolate. Pues estas situaciones tan paradójicas y contradictorias se dan diariamente en las familias en relación a la educación financiera. Queremos enseñar a los niños ciertos comportamientos y con nuestro ejemplo les mostramos lo contrario.
Queremos que valoren el esfuerzo y el trabajo pero nos escuchan diariamente quejarnos del trabajo , queremos que compartan con los demás y a nosotros nos cuesta dejar nuestras cosas, queremos que valoren sus cosas y nos ven a nosotros no cuidar las nuestras, queremos que ahorren recursos y nos ven a nosotros como tenemos la televisión encendida sin verla, el grifo abierto del agua sin más, queremos que no pidan tantas cosas en un centro comercial y nos ven a nosotros comprar de manera impulsiva, …….
Muchos padres y educadores se enfrentan al desafío de enseñar conceptos y valores financieros y no saben por dónde empezar. Yo siempre recomiendo una fórmula mágica para padres, la mejor manera de aprender es hacerlo enseñando a tus hijos. ¿Se os ocurre mejor motivación?
Recuerda que diariamente estás formando a tus hijos en educación financiera sin que seas consciente de ello. Los niños nos observan todo el día y tienden a modelar nuestros comportamientos.
Los hábitos financieros que tengas tú pueden influir de forma positiva o negativa en tus hijos. Si crees que no tienes hábitos financieros adecuados y te parece buena idea poner en práctica estas pautas, empezar a hacerlo con tus hijos es una manera increíble de aprender juntos.
¡Revisa tus hábitos, edúcate en finanzas! ¡La mejor inversión siempre es en conocimiento!
Los comentarios están cerrados.