Feb 27

¿Como te ayudan los demás con su trabajo y esfuerzo? ¿cómo ayudas tú?

Gracias a tantas personas que cada día ponen su talento, su esfuerzo y su trabajo a nuestro servicio, nuestra vida sin duda es muchísimo mejor.

Te has preguntado alguna vez ¿a qué personas has necesitado y necesitas a lo largo del día para que tu vida sea más cómoda, más fácil y más feliz? ¿Cómo te ayudan mediante su trabajo y esfuerzo?

Necesitamos al panadero que nos hace el pan tan rico para desayunar, al ganadero que cuida las vacas y ordeña la leche que nos bebemos, al conductor del autobús del transporte escolar, al ingeniero y personas que diseñaron y crearon el autobús, al agricultor que cultiva la verdura que nos comemos a la hora de la comida, a la cocinera que lo cocinó, a la persona que transportó la verdura hasta el supermercado, al vendedor que la vende, a las personas de la limpieza que nos tienen el cole súper limpio , a los profesores que nos enseñan, a los médicos que nos curan cuando estamos malitos …

¡¡ Menos mal que ellos un día decidieron dedicarse a estas profesiones ¡¡ porque cuanto los necesitamos!! ¿Qué haríamos sin ellos?

También tú ayudas a los demás cada día ¿Te has preguntado alguna vez a cuantas personas, con tu trabajo y esfuerzo has ayudado hoy? ¿Qué les has aportado?

 

 

Muestra a tus hijos los distintos trabajos y trabajadores que le rodean, su labor, su esfuerzo. ¿Qué debes enseñarles sobre ello?

Todos nos necesitamos a todos. Todos tenemos algo que aportar al otro y los otros nos aportan a nosotros. Por ello, no hay que menospreciar y tratar de forma diferente a las personas con otras profesiones distintas a la nuestra. No hay profesiones mejores o peores, no se mide a las personas por el trabajo que desempeñan y debemos enseñar a nuestros hijos a tratar con respeto a todos. Porque en algún momento de nuestras vidas seguro que les necesitamos y nos aportan mucho valor.

No todo vale….nuestra profesión debe hacernos felices a nosotros, pero también a las personas que nos rodean…No vale dedicarnos a cosas que dañen a otras personas. Eso se llama ser éticos y responsables. Un comportamiento ético es que seamos buenas personas y no dañemos a nadie con lo que hacemos.

¿Te imaginas que entre todos construimos una sociedad mucho mejor? Seria genial ¿verdad?

Los trabajos son solucionadores de problemas, por ello debemos hacerlo muy bien. No vale hacer nuestro trabajo mal y poco motivado, porque en vez de solucionar el problema, lo que podemos llegar a hacer es crear uno nuevo. Debemos esforzarnos en hacerlo bien.

Apoya y anima a tus hijos a que encuentren en su pasión la manera de generar recursos. No dejes que renuncien a sus sueños. Cada persona tiene unas capacidades, unas habilidades, unos dones, cosas que de forma natural se les da bien y además les gusta. Tus hijos también.

Dejemos de obligar a los niños a dedicarse a profesiones que no les gustan, pasarán muchas horas en su vida, primero estudiando y luego trabajando en algo que les deja indiferentes y que no les hace felices. Déjales que sueñen, si su trabajo no existe , se lo crearán. Fomenta su talento emprendedor.

 

 

¿Qué hubiera pasado si vuestro escritor favorito, cantante, futbolista….hubiera renunciado a su sueño? ¿Y ese investigador que hizo un descubrimiento que salva o mejora la vida de las personas hubiera renunciado a su sueño?

Hemos venido a este mundo a regalar nuestro talento, don o habilidades a otras personas, esto sin duda enriquece nuestra vida personal y la dota de mayor sentido.

Todos somos compradores y vendedores. Unos producen unos bienes o unos servicios que nosotros compramos y nosotros producimos bienes y servicios que compran otros y el dinero pasa de unos a otros, lo usamos como método de intercambio.

Cuando tienes dinero y lo empleas, sois los dos los que tenéis el valor: tú y la persona con quien lo gastas.

Cuéntales a tus hijos cuál es tu trabajo, como ayudas a otras personas, qué problemas solucionas. Es muy importante que a los niños se les hable del trabajo de forma positiva y motivadora. El niño aprenderá a esforzarse si observa la alegría con que los adultos se esfuerzan por cumplir bien su trabajo. Si solo escucha a los padres quejas, excusas y lamentaciones y que tiene una obligación por trabajar, el niño aprenderá a hacer lo mismo.

Además al tiempo que les enseñas a valorar el trabajo les refuerzas y transmites valores como la fuerza de voluntad, la constancia, paciencia, perseverancia, la resistencia a la frustración, la responsabilidad.

Tus sueños no vienen solos , hay que esforzarse en conseguirlos. Para conseguir el éxito no existen atajos mágicos. No evites el esfuerzo, porque si evitas el esfuerzo estás también evitando la recompensa.

Gracias a que otras personas un día pusieron su talento en el pasado, mejoramos la sociedad donde vivimos ¡ahora te toca a ti, y después les tocará a ellos!

Acerca del autor

Directora Aprender Cuenta, profesora, MBA, licenciada en ADE. Trabajo cada día en crear recursos y herramientas relacionadas con la educación financiera y el emprendimiento, que mejoren la calidad de vida de los niños y futuros adultos.