En primer lugar es importante transmitir a los niños el concepto del ahorro de forma positiva y motivadora. Hay que dejar de ver el ahorro como un sacrificio y empezar a verlo como el primer paso para conseguir nuestros objetivos, para comprar algo en el futuro que hoy no podemos , para vivir más tranquilos y felices porque tendremos un fondo de emergencia por si nos surgen imprevistos.
Podemos empezar a explicar estos conceptos con historias de animales ahorradores como el zorro, el pájaro carpintero bellotero, desde que ellos aprendieron a guardar viven más tranquilos y felices porque comen tanto en épocas de abundancia de comida como de escasez.
Una vez conocen la importancia de ahorrar, hay que fijar un objetivo de ahorro para estar a tope de motivación. Es fundamental ayudar a los niños a definir sus metas de ahorro y motivarles a conseguirlas, ponerlas en un lugar visible para que ellos puedan verlas y no pierdan la ilusión. Metas que les encanten y si pueden ser cosas que puedan usar varias veces mucho mejor. Así disfrutarán de su recompensa una y otra vez, porque se trata de que asocien el ahorro a algo bueno, como por ejemplo el abono del zoo o del parque de atracciones, un libro, un juguete que llevan tiempo esperando….etc.
Los primeros objetivos de ahorro deben ser a corto plazo, entre 15-20 días para que sean fáciles de alcanzar, no se desanimen y disfruten de su recompensa rápidamente.
Ahora que ya sabemos lo que queremos, es el momento de fijar la cantidad que se destinará al ahorro. Hay que explicar a los niños que ahorrar no es lo que te sobra después de gastar. Esta es una de las creencias erróneas que existe sobre el ahorro que impiden alcanzar un buen hábito.
Les ayudaremos a calcular cuánto dinero tiene que ahorrar para conseguir su objetivo y cuánto tiempo necesitará para ahorrarlo. Con los niños a partir de 8 años que ya saben hacer operaciones matemáticas se puede planificar el ahorro haciendo pequeños presupuestos.
El ahorro requiere constancia y disciplina por ello será más fácil para los niños destinar parte de su dinero a su objetivo de ahorro y parte a consumir en su día a día. Es más divertido ahorrar si también pueden tener pequeños gastos mientras ahorran. Además esta situación se asemeja más a la realidad que se encontrarán cuando sean adultos.
Para ello lo ideal es tener dos huchas, una para nuestro objetivo de ahorro donde metemos el dinero que hayamos fijado previamente y otra destinada a los pequeños consumos. Las huchas si pueden ser botes transparentes mejor, a los niños les motiva mucho ir viendo su dinero crecer.
Ahora que ya hemos ahorrado es hora de disfrutar de la recompensa. Deben disfrutar de aquello para lo que se han esforzado y que la experiencia sea positiva. Cuando después de haberse esforzado por conseguir algo, lo consiguen, aumenta su autoestima.
Y recuerda que hay muchas formas más de ahorrar:
Ahorrar también es cuidar los recursos naturales, reciclar o reutilizar algunos de los productos que compramos. Si usamos bien los recursos naturales ahorramos dinero y además somos más respetuosos con el planeta.
Ahorrar también es cuidar nuestras cosas. Deben aprender a cuidar y respetar sus cosas, su material escolar, sus juguetes, su ropa…si no la cuidan debemos sustituirlas por otras y eso cuesta dinero.
Ahorrar es NO necesitar tantas cosas. Os dejo el enlace del articulo : Si tu me prestas y yo te presto. Compartimos y además ahorramos.
Si tú no has ahorrado nunca y te parece buena idea implantar el hábito del ahorro en casa ¿qué te parece si os fijáis un objetivo de ahorro en familia, lo escribís , lo ponéis en un sitio visible en casa y comenzáis todos a ahorrar a tope de motivación? Y recordar disfrutar de la recompensa TODOS JUNTOS.
Os adjunto una ficha de actividad que os servirá de ayuda para fijaros vuestro objetivo de ahorro. Ahorrar es el primer paso para conseguir nuestras metas.
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